Marina
se queda helada, y mira a Sara que mueve la cabeza de un lado para
otro diciéndole que se vaya, pero como es normal en ella, Marina no
le hace caso y corre a lo que parece ser una pared llena de armas y
alcanza un cuchillo. Los hombres salen de la habitación. Marina
nunca a tocado un cuchillo. Solo para cocinar. Lo que ellos no saben
es que Marina practica taekwondo.
Un
primer hombre se le acerca. Alto, el pelo pelirrojo y ojos
completamente negros. Ella se lanza antes de que el hombre se le
abalance y empiezan a luchar, y cuando este esta acabado Marina le
corta dos trozos de la manga y le ata uno en la boca y otro en las
manos. Los otros tres hombres han salido porque han visto a Andrea en
el suelo y Liam al lado. Marina corre al lado de Sara y le corta las
cuerdas.
- Ten
un cuchillo – le tiende el arma – No mates. Has ido conmigo a
taekwondo otras veces. Y si no usa tu sentido común.
- No
se si podré hacer esto Marina.
- Lo
único que te digo es que esos hombres están con Liam fuera.
- ¡¿Liam?!
Vamos – le dice Sara.
Marina
y Sara salen, y allí se encuentran ya a Andrea inconsciente y en manos
de los policías recién llegados. Las dos chicas dejan los cuchillos
en el suelo y los policías se acercan a ellas.
- ¿Están
bien? - pregunta uno.
- Si,
perfectamente. No ha habido daños personales – dice Sara.
- ¿Es
a usted a la que ha secuestrado? - le pregunta otro a Sara.
- Si
soy yo. ¿Que va ha hacer con ella?
- La
llevaremos a un juzgado y posiblemente le caeran seis o diez años
de cárcel.
- Pero
si solo me ha secuestrado – dice Sara incrédula por tantos años
de prisión.
- No.
Ha cometido otros crímenes. Ustedes dos y este muchacho de aquí –
dice señalando a Liam – Han ayudado a la policía a coger a una
gran delincuente.
Liam
se acerca a Sara cuando Marina va para el coche y sube.
Cuando está apenas separados, levanta la mano y le acaricia la
mejilla. Sara cierra los ojos y pone su mano encima de la de Liam.
- Estaba
muy preocupado – dice Liam con los ojos cristalizados, y abrazándola como si no hubiera mañana.
- Yo
solo tenía miedo de no volver a verte.
- Eso
no va a pasar, te lo prometo – le dice el chico dulcemente antes
de acercarse lentamente y darle un dulce beso.
- Y
tambien tenía miedo de perder tus besos para siempre – dice Sara
cuando se separan, y aunque sea verdad, tambien lo dice en modo de
indirecta. Algo que Liam capta rapidamete, así que vuelven a
besarse, justo cuando se oye algo:
- Quereis
daros prisa, ya tendreis tiempo para acaramelaros despuñes, quiero
volver a la civilización – les grita Marina desde el coche.
Ellos
suben al coche y se dirijen a casa. Allí está Harry comiéndose
las uñas esperando. Están felices de que Andrea ya no les moleste
más. Pero... ¿esa alegría y seguridad durará siempre? Marina
baja del coche y Harry se abalanza a ella y empieza a besar la
absolutamente por toda la cara.
- Hazza,
para – le dice Marina riendo.
- Podrían
haberte matado, y si te matan yo me muero – dice Harry
abalanzándose otra vez a ella.
- Venga
vamos a casa. Chicos – dice dirigiéndose a Liam y Sara – Os
dejamos solos, ¿vale?
- Gracias
Marina – dice Sara recordando que hoy hacen un mes con Liam.
- Adiós
chicos – dice Marina.
Entonces
le coge de la mano a Harry, lo que hace que a él le entre un
escalofrío y lo hace entrar a casa.
- Seguro
que estas bien, ¿verdad?
- Que
si Harry, que estoy bien – dice Marina riendo. Entonces empieza a
subir las escaleras.
- ¿A
donde vas? - le pregunta Harry.
- A
cambiarme. No pienso dejar que estes aquí y que me veas con este
uniforme asqueroso.
- Puedo
ir contigo.
- No
– dice ella con una sonrisa – Tu te quedas aquí.
Harry
suelta una carcajada y Marina sube las escaleras. Se pone una cosa
básica. Muy cómoda para estar por casa. (Conjunto
de Marina) Entonces se mira en el espejo y se hace un moño
arriba del todo. Sale de la habitación y baja a bajo donde Harry
estaba con su móvil. Aparta la vista para mirar a Marina y sonríe
mordiéndose el labio inferior. Marina sonríe y va hacia él.
- ¿Quieres
algo de comer? - le pregunta Marina.
- Pues
me apetece una ración de Marina – dice él riendo irónicamente y
Marina va hacia la cocina – ¿No me la vas a dar?
- Creo
que no – le dice sacando la cabeza por la puerta.
- Oye
estas realmente sexy con esa vestimenta.
- Por
favor Harry esto es de chándal.
- Igualmente
– le dice él.
Entonces
se acerca a Marina y se separa otra vez. Vuelve a acercarse y se
muerde él labio inferior.
- ¿Estas
jugando conmigo? - le pregunta Marina acariciándole la cara.
- Depende
– dice Harry un poco sofocado por la cercanía que hay. Nunca
había estado tan nervioso por una chica.
- ¿Funciona?
- Un
poco. Pero no me convence. Tal vez debería encontrar a otro chico.
- Pues
a ese me lo cargo yo – dice Harry a milímetros de Marina y con
unas ganas increíbles de besar la.
- Mmmm...
Me has convencido – le dice ella rozando sus labios.
- ¿Si?
– pregunta él.
- Si.
Harry
acaba la distancia entre ellos, pero cuando sus labios se van a
juntar, el timbre de la puerta suena y Marina corre a abrir.