VIII Haciendo una tortilla

 Unos días más tarde están todos en casa de las chicas sentados en el sofá hablando.
- Tengo hambre – dice Niall.
- ¿Que raro verdad? – le contesta Zayn.
- Voy a preparar algo de comer – dice Marina.
- Vale, yo te ayudo – dice Harry rápidamente.

Marina pone lo ojos en blanco y se va a la cocina.

- ¿Que hacemos? – pregunta Harry

- ¿Que te parece una tortilla?

- Vale. Tu ve preparando la sartén y yo bato los huevos.

- Vale. Ehh...¿dónde esta?

- En aquel armario – le dice Marina señalando el de la esquina.

Marina empieza a batir los huevos mientras Harry enciende el fuego. De repente siente un cuerpo detrás del suyo que la abraza.

- ¿Que haces? – pregunta intentando esconder la sonrisa, por muy nerviosa que este. Nota como Harry también sonríe.

- Ayudarte. Ya he terminado lo que tenía que hacer.

Harry envuelve las manos de Marina con las suyas y empieza a batir.

- Ehhh... Puedo... puedo sola – dice Marina.

- ¿Porqué quieres que me aparte? ¿A caso te pongo... nerviosa?

Sus caras están muy cerca. Harry se acerca a Marina y cuando sus labios están a punto de rozarse...

- ¿Vais a tardar mucho? – pregunta Niall abriendo la puerta de la cocina.

Marina y Harry se separan de un salto.

- No, no ya casi estamos – dice Marina echando la mezcla en en fuego.

Está muy nerviosa por lo CASI ocurrido con Harry y, sin querer, echa la mitad de los huevos fuera de la sartén.

- Ohh, vaya, ahora si que va a faltar un poco más – dice Marina, pero Niall ya no está en la cocina.

Harry suelta una carcajada.

- ¿Y tu de qué te ríes? – le dice Marina molesta.

- De lo nerviosa que te pongo – dice él.

- Eso ya te gustaría a ti.

Harry vuelve a reír y esta vez, Marina se molesta aún más.

- Sal de la cocina – le ordena.

- ¿Porqué? - responde calmándose de la risa.

- Porque te lo digo yo – le contesta ella.

- Pero no quiero.

- Harry. O te vas o te saco yo.

- Vale, me voy – responde rápidamente.

Harry se marcha y Marina vuelve a cocina la tortilla. Cuando ya la tiene lista va al comedor. Pero cuando sale por la puerta no puede dar un paso más porqué unos labios chocan con los suyos. Le pone las manos en la cintura y la atrae hacia si. Las manos de Marina van involuntariamente a su cuello.

Cuando Harry se separa de Marina sonríe.

- Es qué antes me he quedado con ganas – le dice antes de marcharse.

Marina está paralizada. ¿De verdad acaba de besar la?

Entonces se da cuenta de que la tortilla está a punto de caerle de las manos. Y la pone en la mesa.